7 jun 2011

"Ayuda"

Sitios web para consultar:  http://www.psiconet.com/ambrosia
                                           http://www.aabra.com.ar/
                                            http://www.aluba.org./

Los casos de bulimia y anorexia crecen en Argentina



Las pautas culturales han determinado que ser delgada es sinónimo de éxito social. Adolescentes y mujeres jóvenes están sometidas a intensas y profundas presiones para cambiar su figura corporal, impulsadas por el deseo de imitación de modelos y personajes mediáticos o motivadas por la publicidad comercial. La bulimia y la anorexia pueden ser consideraradas como un síndrome de falla en la adaptación al medio social, que intenta ser compensada mediante una serie de comportamientos patológicos vinculados a la alimentación y a una preocupación excesiva por el propio cuerpo, ligados a dichos factores de presión sociocultural. Las padecen ambos sexos entre los 12 y los 30 años, pero predomina en el sexo femenino en un 95%.

LOS “NO” DE LA PREVENCION

Tengamos en cuenta lo que no debemos hacer en casa para prevenir la anorexia nerviosa y la bulimia.

NO a comer en soledad.
NO al mal humor y al capricho.
NO al aislamiento y a la soledad.
NO a la agresividad.
NO a los escándalos familiares.
NO a la condescendencia.
NO a la doble personalidad.
NO a la autoexigencia exagerada.
NO al perfeccionamiento absurdo.
NO a la comida, al cuerpo y a las calorías como tema de conversación.
NO a la hiperactividad.
NO al uso de diuréticos, laxantes o pastillas para adelgazar.
NO a la automedicación.
NO a los productos dietéticos.
NO a los edulcorantes.
NO al abuso de café.
No al cigarrillo.
NO al alcohol.
NO a los caprichos con la comida.
NO al ayuno.

LOS “SÍ” DE LA PREVENCION
Aquí puntualizaremos todo lo que en la vida diaria ayuda a prevenir la anorexia nerviosa o la bulimia.

Lo que debemos practicar en casa:

SÍ a un proyecto de vida saludable.
SÍ a la comida como acto social.
SÍ a las actividades programadas.
SÍ al respeto mutuo, a la colaboración y a la integración grupal.
SÍ al compromiso mutuo o grupal.
SÍ a los límites.
SÍ al diálogo y la comunicación.
SÍ al respeto a la familia.
SÍ al buen modo y a la cordialidad.
SÍ al buen humor.
SÍ a la productividad y la creatividad.
SÍ al orden y cuidado de nuestro cuarto y de los espacios comunes de la casa.
SÍ a la puntualidad.
SÍ al progreso.
SÍ a la comida en familia.
SÍ a la sobremesa.
SÍ a la constancia y al esfuerzo diarios.
SÍ al programa alimentario con responsabilidad

SI LA ENFERMEDAD NO SE TRATA

Tomemos conciencia, estamos frente a enfermedades graves, no dejemos que avancen.

Según la OMS, un 15% muere a causa de estas patologías. Si aquellos que las padecen no se tratan:

• pueden agravar su estado de salud;
• pueden tener problemas con el colegio, con la familia y con la sociedad;
• perderán su autoestima;
• sobrevendrá el deterioro de la personalidad;
• no lograrán independencia y autosuficiencia;
• no obtendrán una inserción social adecuada;
• reducirán su vida a un mundo pequeño;
• no lograrán ser individuos sanos y felices.

6 jun 2011

Anorexia, concepto, prevención y tratamiento

¿Qué es?

 

La anorexia consiste en un trastorno de la conducta alimentaria que supone una pérdida de peso provocada por el propio enfermo y lleva a un estado de inanición. La anorexia se caracteriza por el temor a aumentar de peso, y por una percepción distorsionada y delirante del propio cuerpo que hace que el enfermo se vea gordo aun cuando su peso se encuentra por debajo de lo recomendado. Por ello inicia una disminución progresiva del peso mediante ayunos y la reducción de la ingesta de alimentos.

Normalmente comienza con la eliminación de los hidratos de carbono, ya que existe la falsa creencia de que engordan. A continuación rechaza las grasas, las proteínas e incluso los líquidos, llevando a casos de deshidratación extrema. A estas medidas drásticas se le pueden sumar otras conductas asociadas como la utilización de diuréticos, laxantes, purgas, vómitos provocados o exceso de ejercicio físico. Las personas afectadas pueden perder desde un 15 a un 50 por ciento, en los casos más críticos, de su peso corporal. Esta enfermedad suele asociarse con alteraciones psicológicas graves que provocan cambios de comportamiento, de la conducta emocional y una estigmatización del cuerpo.

Causas

Su causa es desconocida, pero los factores sociales parecen importantes. Aunque hay muchos factores socioculturales que pueden desencadenar la anorexia, es probable que una parte de la población tenga una mayor predisposición física a sufrir este trastorno, independientemente de la presión que pueda ejercer el entorno. Por ello existen de factores generales que se asocian a un factor desencadenante o cierta vulnerabilidad biológica, que es lo que precipita el desarrollo de la enfermedad.
  • La propia obesidad del enfermo.
  • Obesidad materna.
  • Muerte o enfermedad de un ser querido.
  • Separación de los padres.
  • Alejamiento del hogar.
  • Fracasos escolares.
  • Accidentes.
  • Sucesos traumáticos.

Síntomas de Anorexia

Esta patología se caracteriza por una pérdida significativa de peso provocada por el enfermo y por una percepción errónea del propio cuerpo. En consecuencia, los problemas endocrinos se hacen evidentes en un espacio de tiempo relativamente corto. Los principales síntomas que determinan la aparición de la enfermedad son los siguientes:
  • Rechazo a mantener el peso corporal por encima del mínimo adecuado para la edad y talla del enfermo.
  • Miedo al aumento de peso o a la obesidad incluso cuando el peso se encuentra por debajo de lo recomendable.
  • Percepción distorsionada del cuerpo, su peso y proporciones.
  • Ausencia de tres ciclos menstruales consecutivos en las mujeres (amenorrea). Los anoréxicos pueden experimentar una serie de síntomas muy variados: estreñimiento, amenorrea, dolor abdominal,vómitos, etc.
Pero es la familia la que detecta los síntomas que dan la voz de alarma:
  • Preocupación excesiva por la composición calórica de los alimentos y por la preparación de los alimentos
  • Constante sensación de frío
  • Reducción progresiva de los alimentos
  • Obsesión por la imagen, la báscula, los estudios y el deporte
  • Utilización de trampas para evitar la comida
  • Hiperactividad
A estos síntomas se le suman otros rasgos típicos como la irritabilidad, la depresión y los trastornos emocionales o de la personalidad. Asimismo, se manifiesta una alteración de la sensación de saciedad y plenitud antes de las comidas, náuseas, hinchazón, o incluso ausencia de sensaciones. En esta patología también se observan numerosos trastornos cognitivos que se centran en los alimentos, el peso corporal y el aspecto físico:
  • Abstracciones selectivas
  • Uso selectivo de la información.
  • Generalizaciones
  • Supersticiones.
  • Se magnifica el lado negativo de cualquier situación.
  • Pensamiento dicotómico.
  • Ideas autorreferenciales.
  • Inferencia arbitraria
En cuanto a las consecuencias clínicas, los síntomas son los siguientes:
  • Las pulsaciones cardiacas se reducen.
  • Se producen arritmias que pueden derivar en un paro cardiaco.
  • Baja la presión arterial.
  • Desaparece la menstruación en las mujeres (amenorrea).
  • Disminuye la masa ósea y, en los casos muy tempranos, se frena la velocidad de crecimiento.
  • Disminución de la motilidad intestinal.
  • Anemia.
  • Aparece un vello fino y largo, llamado lanudo, en la espalda, los antebrazos, los muslos, el cuello y las mejillas.
  • Estreñimiento crónico.
  • La disminución del gasto energético produce una sensación constante de frío.
  • La piel se deshidrata, se seca y se agrieta.
  • Coloración amarillenta en las palmas de las manos y las plantas de los pies por la acumulación de carótenos en las glándulas sebáceas.
  • Las uñas se quiebran.
  • Pérdida de cabello.
  • Problemas con los dientes y edemas periféricos. Hinchazones y dolores abdominales.

Diagnósticos


La anorexia nerviosa se diagnostica, generalmente, basándose en una intensa pérdida de peso y los síntomas psicológicos característicos. La anoréxica típica es una adolescente que ha perdido al menos un 15 por ciento de su peso corporal, teme la obesidad, ha dejado de menstruar, niega estar enferma y parece sana.




Tratamientos

Los objetivos globales del tratamiento son la corrección de la malnutrición y los trastornos psíquicos del paciente. En primer lugar se intenta conseguir un rápido aumento de peso y la recuperación de los hábitos alimenticios, ya que pueden implicar un mayor riesgo de muerte. Pero una recuperación total del peso corporal no es sinónimo de curación. La anorexia es una enfermedad psiquiátrica y debe tratarse como tal. El tratamiento debe basarse en tres aspectos:
  • Detección precoz de la enfermedad: conocimiento de los síntomas por parte de los médicos de atención primaria y de los protocolos que fijan los criterios que el médico debe observar.
  • Coordinación entre los servicios sanitarios implicados: psiquiatría, endocrinología y pediatría.
  • Seguimiento ambulatorio una vez que el paciente ha sido dado de alta, con visitas regulares. Las hospitalizaciones suelen ser prolongadas, lo que supone una desconexión del entorno que puede perjudicar el desarrollo normal del adolescente. Por ello son aconsejables, siempre que se pueda, los tratamientos ambulatorios.
El ingreso en un centro médico es necesario cuando:
  • La desnutrición es muy grave y hay alteraciones en los signos vitales
  • Cuando las relaciones familiares son insostenibles y es mejor aislar al paciente
  • Cuando se agravan los desórdenes psíquicos.
El tratamiento ambulatorio es eficaz cuando:
  • Se detecta de manera precoz
  • No hay episodios de bulimia ni vómitos y existe un compromiso familiar de cooperación.
De esta manera se inicia el tratamiento con la realimentación, que en ocasiones puede provocar molestias digestivas, ya que el cuerpo no está acostumbrado a ingerir alimentos. Con el tiempo se restablece la situación biológica y vuelve la menstruación. Después comienza el tratamiento psicológico, que intenta reestructurar las ideas racionales, eliminar la percepción errónea del cuerpo, mejorar la autoestima, y desarrollar las habilidades sociales y comunicativas entre el enfermo y su entorno. La familia debe tomar parte de manera activa en el tratamiento porque en ocasiones el factor desencadenante de la enfermedad se encuentra en su seno y, además, la recuperación se prolonga inevitablemente en el hogar.

Otros datos

Cerca del 95 por ciento de las personas que sufren este trastorno son mujeres. Generalmente comienza en la adolescencia, a veces antes y menos frecuentemente en la etapa adulta. La anorexia nerviosa afecta primordialmente a las personas de clase socioeconómica media y alta. En la sociedad occidental el número de personas con este trastorno parece aumentar. La anorexia nerviosa puede ser leve y transitoria o grave y duradera. Se han comunicado tasas letales tan altas como del 10 al 20 por ciento. Sin embargo, como los casos leves pueden no ser diagnosticados, nadie sabe exactamente cuántas personas tienen anorexia nerviosa o qué porcentaje muere de ella.
La edad de inicio de la anorexia se sitúa en la primera adolescencia, en torno a los 12 años, si bien la población más afectada se encuentra entre los 14 y 18. Es más frecuente en las clases sociales media y media-alta. En un 95 por ciento de los casos la anorexia afecta a mujeres jóvenes, aunque en los últimos años se ha producido un aumento en hombres, en mujeres adultas y en niños. Existen colectivos más propensos a sufrir estos trastornos, es el caso de las gimnastas, las bailarinas o las modelos. En la anorexia nerviosa se pueden distinguir dos subtipos:
  • Subtipo restrictivo: la reducción de peso se consigue mediante dietas o ejercicio físico intenso y el enfermo no recurre a sobreingestas, atracones o purgas.
  • Subtipo bulímico: El enfermo recurre a las purgas aunque haya ingerido una pequeña cantidad de alimento.

Prevención y tratamiento

SÍNTOMAS Y SIGNOS (recuerda y presta atención de vos vale tu vida y la de alguien más)
Los síntomas de bulimia siempre incluyen episodios recurrentes de:

* Ansiedad o compulsión para comer
* Vómitos
* Abuso de medicamentos laxantes y diuréticos
* Seguimiento de dietas diversas
* Deshidratación
* Alteraciones menstruales
* Aumento y bajadas de peso bruscas
* Aumento de caries dentales


TRATAMIENTO

El tratamiento de bulimia generalmente consiste en:

Psicoterapia individual, de grupo y/o familiar.
Orientación nutricional.
Se debe establecer un plan a seguir bajo supervisión de un terapeuta, éste establecerá unas bases para el buen fin del tratamiento:

1. Voluntariedad en llevar una pauta de tratamiento

2. Disciplina en las dietas, y con las hospitalizaciones si son necesarias

3. Control de peso en los objetivos proyectados

4. Hacer una vida social normal

5. Regularidad en las consultas individuales o familiares

6. Control médico

7. Fortalecer la personalidad.

8. Confianza en el entorno familiar

9. Confianza con su terapeuta

5 jun 2011

Tipos de bulimia

Bulimia: tipos, causas y consecuencias


La bulimia nerviosa suele ser diagnosticada más tarde que la anorexia debido a que la persona afectada de bulimia tarda más en acudir al médico, no presenta pérdida de peso y oculta sus conductas anómalas.
La tríada característica de la bulimia

El atracón. Una ingestión masiva y desaforada de alimentos de hasta 15.000 o 20.000 calorías, durante un tiempo variable en que el paciente experimenta una pérdida de control y gran dificultad para dejar de comer.
La frecuencia de los atracones es variable: uno o dos al mes, todos los días o incluso varias veces al día. Se pierde el placer de comer y de saborear los alimentos; se come, sin tener hambre, de una forma sucia y desordenada: con las manos y apretando la comida para que entre mayor cantidad de ella en la boca; prácticamente no se mastica; etc.
Se acaba de comer por cansancio físico, porque se ha terminado la comida o por malestar, con náuseas, vómitos y dolor de vientre.

Las conductas compensatorias. Están destinadas a impedir el aumento de peso.
Aunque se utilizan varios métodos, el 80 o 90 % suele provocarse el vómito tras el atracón introduciéndose los dedos en la boca hasta la garganta. Con el tiempo les resulta más fácil, ya que lo consiguen sólo con la compresión del estómago.
Otros mecanismos son el abuso de laxantes y diuréticos, el consumo de fármacos que quitan el apetito, la realización de ejercicio físico o el ayuno.
Tras el episodio, el paciente se siente malhumorado, triste, autocompasivo y menospreciable.

Excesiva preocupación por el cuerpo. Tienen pensamientos erróneos respecto a su
peso y su figura, y sufren una distorsión en la percepción y valoración de su propia imagen.
Poseen una conciencia de su enfermedad mucho más clara que las anoréxicas.
Esa conciencia sobre lo anómalo de su forma de
comer las lleva a hacerlo a escondidas, para que nadie las vea.

Factores causantes

Al igual que la anorexia, se trata de un cuadro cuya etiología sólo puede entenderse bajo un enfoque multifactorial. Aplicando el mismo modelo de la anorexia nerviosa, se dividirán en factores predisponentes o de riesgo, factores desencadenantes y factores perpetuantes.

Factores predisponentes o de riesgo. Incluyen factores individuales, familiares y socioculturales.
Individuales. Se trata de factores genéticos, biológicos y de personalidad. Afectan más al sexo femenino y se ha observado que entre los familiares en primer grado de las bulímicas existen otras pacientes bulímicas, por lo que se cree que hay un componente genético.
Entre los biológicos destaca la disminución de la función del neurotransmisor serotonina, lo que provoca ausencia de saciedad y, en consecuencia, se producen comilonas, sobre todo a base de azúcares.
La personalidad es de tipo depresivo, ansiosa, y presentan rebeldía, hostilidad, impulsividad y aislamiento.
Familiares. Suelen ser familias conflictivas y desorganizadas. En las madres de personas con bulimia se ha observado una mayor insatisfacción con la propia imagen, e incluso con la de sus hijos, siendo ellas mismas aficionadas a las dietas. Los padres acostumbran a ser dominantes y controladores, muy intrusivos en las vidas de sus hijos, con talantes exigentes y haciendo comparaciones entre unos hijos y otros.
Socioculturales. Los modelos de imagen a imitar, la figura y la esbeltez como valor en sí actuarán por un mecanismo similar al de la anorexia.

Factores precipitantes o desencadenantes. El principal factor desencadenante es el inicio de una dieta que se produce después de un aumento de peso real o debido a una fobia a los cambios de forma corporal cuyo origen se remonta muchas veces a la pubertad.
También suelen ser factores desencadenantes los conflictos emocionales y los acontecimientos vitales estresantes, al igual que en la anorexia.

Factores perpetuantes. Hay varios factores que pueden causar perpetuidad de la bulimia: – Las alteraciones emocionales secundarias a la conducta de sobrealimentación descontrolada (ansiedad, culpa y vergüenza).
– La disminución de la sensación de saciedad por la alteración de la función de la serotonina.
– El trastorno alimentario puede conseguir el aparente equilibrio familiar, colaborando así en su perpetuidad.
 

Tipos de bulimia nerviosa

Hay dos tipos de bulimia nerviosa:
Tipo purgativo. Durante el episodio de bulimia nerviosa, el enfermo se provoca el vómito con regularidad o abusa de laxantes, diuréticos o enemas.

Tipo no purgativo. En este caso, para controlar el peso utilizan como mecanismos compensadores el ayuno y el ejercicio excesivo durante los días siguientes al atracón, pero regularmente no hay vómitos autoinducidos, abuso de laxantes, diuréticos o enemas.

Consecuencias

Las complicaciones más importantes se derivan de los vómitos y del abuso de laxantes. En general, presentan cansancio físico y psíquico, con disminución de los rendimientos escolares y laborales; acaban por abandonar totalmente sus obligaciones, su aseo y su persona.

Alteraciones digestivas. Son las más frecuentes, entre las que destacan úlceras en el esófago, por el paso del contenido del estómago a la boca; aumento del tamaño de las glándulas salivares; dilatación del estómago o rotura, ya sea por la ingesta masiva o por el esfuerzo al vomitar; pérdida significativa del esmalte dental y aparición de caries dentales; callosidades en las manos (signo de Russell), por el paso ácido del vómito autoprovocado por el dorso de la mano.

Alteraciones respiratorias. Puede aparecer ronquera crónica e infecciones pulmonares por la aspiración hacia el pulmón de alimentos al vomitar.

Alteraciones cardiovasculares. Alteraciones del ritmo cardíaco secundarias al déficit en potasio a causa de las conductas purgativas, ya sean los vómitos o el abuso de laxantes, que pueden ocasionar la muerte.
La deshidratación por vómitos o abuso de laxantes provoca que la presión de la sangre sea baja. A raíz de los esfuerzos para vomitar es posible que aparezcan puntos rojizos en cara y cuello por roturas de pequeños vasos sanguíneos, al igual que hemorragias en la conjuntiva de los ojos.

Alteraciones neurológicas. Se produce una atrofia del cerebro y pueden tener crisis convulsivas (epilépticas).

Alteraciones hormonales. Es posible que tengan los ciclos menstruales normales, aunque lo habitual es que presenten irregularidades menstruales o amenorrea, al igual que las anoréxicas.

Alteraciones renales. A consecuencia de los vómitos y las diarreas se producen deshidratación y alteraciones en los niveles de potasio, sodio y cloro.

Alteraciones psíquicas. La depresión aparece tanto como causa como consecuencia.
Casi en la mitad de los casos tienen o han tenido un trastorno afectivo. Las alteraciones más frecuentes son las siguientes: – Intentos de suicidio.
– Consumo de drogas o alcohol (7-10 %).
– Trastornos de pánico.
– Ansiedad, no sólo antes del atracón, sino acompañando al descontrol que favorece su desencadenamiento.
– Fobia social, es decir, evitan relacionarse con la gente o salir, porque no se gustan.
Esto en ocasiones puede ser la causa definitiva de abandono del trabajo o estudios.
– Irritabilidad.
– Alteraciones del sueño.
– Alteraciones de la personalidad.
– Cleptomanía (impulso obsesivo e incontrolable de robar objetos sin valor monetario ni sentimental alguno).